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Presentación

El padre José Vicente Rodríguez, gran sanjuanista, cuenta cómo en una ocasión, estando él presente, durante una visita al Instituto de Espiritualidad “Teresianum” que los carmelitas tienen en Roma, san Juan Pablo II les dijo que “el hombre moderno sólo va a poder entenderse si se entiende a san Juan de la Cruz”. La frase se muestra como un eco de aquella de Gaudium et spes, 22, según la cual el misterio del hombre en todas las épocas sólo se desentraña a la luz de Jesucristo, el Verbo Encarnado.

Y es que, en verdad, san Juan de la Cruz es un eco de Cristo, y sus escritos son un eco del Evangelio. La unidad que propone al hombre, por el desprendimiento de todo lo que no es Dios, y la radicalidad que le exige en ese trabajo, tienen una fuente e inspiración únicas en las enseñanzas de Jesús sobre lo “único necesario” (Lc 10, 42) y el tomar la cruz y seguirlo (Lc 14, 27).

Por esto san Juan de la Cruz pudo ser descrito por san Juan Pablo II como «el gran maestro de los senderos que conducen a la unión con Dios» (Homilía en Segovia, 4 de noviembre de 1982). Y aquí radica la importancia del todo especial que tiene para nosotros, como religiosos del Verbo Encarnado y más como contemplativos, la profundización de su ejemplo y su obra, ya que san Juan de la Cruz debe ser considerado «un medio indispensable para ser fieles a nuestro carisma» (Carta del p. Nieto a todo el Instituto, 14 de diciembre de 2017)

El objeto de este Portal es acercarlo a todos, para que él se haga de todos los monjes “un amigo y un maestro, que les indique la luz que brilla en la oscuridad, para caminar siempre hacia Dios” (Carta del p. Nieto a los monjes, 6 de enero de 2019).

A la Virgen Santísima encomendamos los frutos de este trabajo.